

Desarrollado por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) junto con la UNSAM, la UNLP, la FIUBA, el IAR, la CNEA y VENG S.A., el nanosatélite argentino Atenea fue seleccionado por la NASA para integrarse a la misión Artemis II, prevista para abril de 2026.
Tecnología argentina en una misión internacional
Atenea es un CubeSat de clase 12U (30 x 20 x 20 cm) que viajará a bordo del poderoso cohete SLS desde el Centro Espacial Kennedy como parte del despliegue de cargas útiles que acompañarán a la nave Orion en su vuelo alrededor de la Luna. Se trata de una misión clave: será la primera vez desde la misión del Apolo 17 (1972), que astronautas orbitarán nuestro satélite natural.
El satélite tendrá la misión de validar tecnologías críticas para futuras misiones espaciales: medirá dosis de radiación en distintas órbitas, pondrá a prueba nuevos sensores fotomultiplicadores de silicio (SiPMs), recopilará datos GPS por encima de la constelación y testeará enlaces de comunicación de largo alcance. Estos ensayos permitirán elevar el Nivel de Madurez Tecnológica (TRL) de los componentes desarrollados en Argentina.
Infraestructura UNSAM: ensayo, testeo y formación de equipos
Para el equipo de la UNSAM, contar con infraestructura propia fue clave para poder participar del proyecto y realizar pruebas en condiciones simuladas de vuelo. En ese marco, se utilizaron dos herramientas desarrolladas recientemente por la Escuela de Ciencia y Tecnología (ECyT):
Shaker: Mesa vibratoria ubicada en el Laboratorio de Integración Nanoelectrónica (LINE) que simula las vibraciones y sacudidas del lanzamiento. Permite ensayar componentes electrónicos y estructurales en condiciones similares a las del despegue. Fue adquirida en 2023 gracias al Programa Equipar Ciencia 3, tiene una capacidad de hasta 500 kg y es marca ETS Solutions, modelo IPA60L.
Cámara de termo vacío: Simula las condiciones térmicas extremas del espacio y tiene una capacidad de testeo para satélites de hasta 12U (~30x20x20 cm). Permite mejorar los procesos de fabricación de subsistemas y enfocar los ensayos en satélites pequeños sin necesidad de trasladar los desarrollos a otras instalaciones.
Si bien estas herramientas no fueron fundamentales para el desarrollo completo del satélite Atenea, sí resultaron claves para que la UNSAM pudiera hacer pruebas de forma autónoma, fortalecer sus capacidades tecnológicas y formar parte de una misión espacial internacional de primer nivel.
“Esta misión es un hito para nuestro país por dos motivos: poder formar parte de una misión tripulada a la Luna y trabajar de manera conjunta con otras universidades nacionales bajo la coordinación de la CONAE”, señaló Gabriel Sanca, investigador de la UNSAM, director de la carrera de Ingeniería Electrónica y parte del equipo que trabajó en Atenea.
De Artemis I a Artemis II: un nuevo capítulo en la exploración lunar
La misión Artemis I, sin tripulación, fue lanzada con éxito en 2022. Sirvió como prueba integral del cohete SLS y de la nave Orion, orbitando la Luna durante 25 días antes de regresar a la Tierra. Con esa validación completada, la NASA aprobó la siguiente etapa: Artemis II, que llevará astronautas en un viaje de ida y vuelta alrededor de la Luna. Será el preludio del aterrizaje lunar que se concretará en Artemis III.
Un proyecto con visión estratégica
El nombre del satélite —Atenea— rinde homenaje a la diosa griega de la sabiduría y la estrategia, y representa la apuesta por el conocimiento, la planificación y la cooperación que motoriza este desarrollo.
Desde la UNSAM celebramos este logro como parte de una política científica soberana que apuesta por el futuro. Que nuestras investigadoras e investigadores estén presentes en una misión lunar no solo es un orgullo: es una muestra concreta de lo que puede lograr la universidad pública cuando trabaja en red.
Fuente: UNSAM