

Ante las altas temperaturas es fundamental prestar especial atención a la alimentación y cuidado de los más pequeños para evitar riesgos asociados a la deshidratación y golpes de calor. En este contexto, la técnica en Puericultura Antonella Piai comparte valiosos consejos dirigidos a los padres y cuidadores, en concordancia con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Puntos clave para prevenir la deshidratación en bebés:
Para bebés menores de 6 meses, la leche humana o la leche de fórmula constituyen la única fuente de hidratación. Es importante recordar que, conforme a las recomendaciones internacionales, no se deben ofrecer otras bebidas (agua, bebidas saborizadas, té, etc.) antes de los 6 meses. La leche materna, además de nutrir, proporciona más del 80% de su composición en agua, convirtiéndola en el elemento esencial para la hidratación.
En el caso de bebés amamantados, se recomienda ofrecer el pecho a libre demanda. Un incremento en la demanda de lactancia puede ser un indicativo de la necesidad de una mayor ingesta de líquidos, dado el alto contenido acuoso de la leche materna.
Es aconsejable mantener a los bebés en ambientes frescos y ventilados. Se debe evitar la aplicación directa de ventiladores y ajustar los sistemas de aire acondicionado a temperaturas no inferiores a 24° C para garantizar el confort sin exponerlos a corrientes frías.
La elección de prendas de vestir es crucial: se recomienda utilizar ropa liviana, preferentemente de algodón y en colores claros, que facilite la regulación térmica del cuerpo del bebé.
Se debe evitar la exposición directa al sol, especialmente entre las 10 y las 16 horas, para prevenir la sobreexposición y sus consecuencias en la salud del infante.
La persona que amamanta debe mantener una adecuada hidratación y una alimentación balanceada, ya que su estado nutricional repercute directamente en la calidad de la leche y, por ende, en la salud del bebé.
Datos relevantes y recomendaciones prácticas
Según estadísticas oficiales del Ministerio de Salud de Argentina, en años recientes se ha observado un incremento en las consultas pediátricas relacionadas con golpes de calor y deshidratación durante los picos de calor. A nivel mundial, la Organización Mundial de la Salud alerta que las condiciones climáticas extremas aumentan el riesgo de deshidratación en niños, un factor que requiere atención y prevención.
Ante cualquier signo de deshidratación o inquietud sobre la salud del bebé, se recomienda consultar a un profesional de la salud de manera inmediata. La prevención es la mejor estrategia para asegurar el bienestar de nuestros niños durante la temporada de altas temperaturas.