

¿ Sabías que a nivel mundial 1,19 millones de personas mueren anualmente por siniestros de tránsito y entre 20 y 50 millones sufren traumatismos no mortales?
En Argentina, en el año 2023 fallecieron 4.403 personas en incidentes viales y se estima que más de 100.000 sufrieron lesiones no mortales.
El impacto económico de las lesiones de tránsito en nuestro país equivale al 1,4% del PBI, con los costos médicos como uno de los factores más influyentes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera a las lesiones de tránsito como una epidemia. Se estima que, en el mundo, mueren anualmente cerca de 1,19 millones de personas a raíz de esta causa y entre 20 y 50 millones padecen traumatismos no mortales (OMS, 2023). El último Informe sobre la situación mundial de la seguridad vial publicado en 2023 por la OMS advierte que, desde 2010, las víctimas mortales por siniestros de tránsito han disminuido en un 5%; Sin embargo, estos hechos continúan constituyendo una crisis de salud pública mundial que pone en riesgo la vida de peatones, ciclistas y otros usuarios vulnerables de la vía pública (OMS, 2023).
Datos de Argentina indican que, en los años pre-pandemia por COVID-19, fallecían en el país alrededor de 5.000 personas al año por causa de siniestros viales, afectando principalmente a los jóvenes entre 15 y 34 años. Si bien durante el particular año de pandemia de 2020 las víctimas por tránsito se redujeron considerablemente por motivo de las restricciones impuestas a la movilidad, lo cierto es que una vez habilitado el tránsito se comenzaron a recuperar los valores de mortalidad. En el año 2023 se registraron 4.369 víctimas fatales por siniestros viales en Argentina, siendo los motociclistas los usuarios de la vía mayormente afectados (40%) (ANSV, 2024).
Los datos muestran que la mayor mortalidad de motociclistas en el país corresponde a las regiones del NEA (59%) y NOA (58%), ostentando éstas guarismos por encima de la media nacional de 40%. La elevada mortalidad de motociclistas en el país se relaciona con diversas causas que abarcan desde aspectos de exposición al riesgo (el parque de motocicletas se ha incrementado significativamente en los últimos años y sobre todo en la región del norte del país) como factores humanos asociados a la falta de pericia al conducir y el no uso de los elementos de seguridad vial como el casco. El no uso de casco entre motociclistas es un factor de riesgo clave de la seguridad vial, ya que previene la mortalidad y morbilidad de las personas usuarias de motos ante la ocurrencia de siniestros viales.
Según la OMS, el uso de casco disminuye el riesgo y la gravedad de los traumatismos en alrededor de 72% y disminuye la probabilidad de muerte en hasta 39% en función de la velocidad en la que se traslada la motocicleta. En este sentido, el uso de elementos de seguridad vial como el casco es esencial para, no solo prevenir la carga de enfermedad generada entre las víctimas, sino también disminuir los costos de atención médica provocados por este flagelo en el Sistema de Salud.
A pesar de las estadísticas, prestamos poca atención a la prevención de los traumatismos causados por el tránsito. Los gobiernos no reconocen el problema como un problema de Salud Pública, sino como un problema de transporte y policía. Por eso, estos resultados nos instan a pensar y adoptar políticas públicas e intervenciones efectivas para reducir la Carga de Enfermedad por siniestros viales.
*Si te interesa la temática, desde la Universidad ISALUD invitan a participar de la capacitación virtual https://www.isalud.edu.ar/capacitacion-virtual/epidemia-calles-inseguridad-vial-problema-salud-publica.