jueves 12 de diciembre de 2024 - Edición Nº2199

CyT | 27 nov 2024

CONICET

Investigador del CONICET impulsa tecnologías renovables para comunidades rurales argentinas

Guillermo Catuogno y su equipo han mejorado la calidad de vida en comunidades rurales de San Luis, la Patagonia y Chaco mediante la instalación de sistemas sostenibles que ofrecen soluciones en agua, energía, salud, educación y producción.


El Laboratorio de Tecnologías Apropiadas (LabTA), liderado por el investigador del CONICET Guillermo Catuogno en la Universidad de San Luis (UNSL), capacita a estudiantes secundarios para implementar proyectos que proporcionen acceso a electricidad y agua a comunidades rurales cercanas con fines de consumo personal y también para fines educativos, productivos y de salud.  En los últimos siete años ha concretado 25 proyectos que beneficiaron a comunidades rurales de San Luis, la Patagonia y Chaco.

“Estamos convencidos que la comunidad científica puede cumplir un rol más que importante a través de políticas de responsabilidad social asumiendo un liderazgo comprometido, plasmándolo en acciones educativas, de investigación, extensión y transferencia, por medio de la formación de personas que actúan como agentes multiplicadores y desarrollo de tecnologías apropiadas que se puedan difundir entre las comunidades y sus territorios”, afirma Catuogno quien es doctor en Ciencias de la Ingeniería e ingeniero electricista-electrónico y lidera LabTA en la Facultad de Ingeniería y Ciencias Agropecuarias (FICA) de la UNSL con sede en la ciudad de Villa Mercedes. Y agrega: “Tengo las dos pasiones, lo social y lo tecnológico. Entonces nada más lindo que hacer lo que a uno le gusta y más si uno puede beneficiar a otras personas”.

El modelo de trabajo de LabTA se basa en el diseño de “tecnologías apropiadas”, es decir, de bajo costo, de fácil de reparación y mantenimiento. Su temática central son las microrredes eléctricas aisladas basadas en energías renovables, desde su dimensionamiento hasta su implementación, optimizando la gestión de energía y maximizando potencia.

“Estas microrredes al ser aisladas, pueden tener diferentes aplicaciones como ser en un paraje rural, un avión-drone, un vehículo eléctrico o en un sistema ininterrumpido para pacientes electro dependientes”, explica Catuogno. Y agrega que “la principal actividad del laboratorio es la transferencia de tecnología hacia los más necesitados, con gran participación de los alumnos de las carreras de ingeniería en los proyectos, logrando un involucramiento de estos en la actividad social, sin descuidar la parte de desarrollo de nuevas tecnologías”.

A lo largo de los años, el grupo de investigación que encabeza Catuogno ha desarrollado una metodología denominada “Modelo LabTA” que posee cuatro pilares, que consisten en el desarrollo de tecnologías apropiadas, capacitación y difusión en escuelas secundarias para que sus estudiantes participen de la transferencia de esas tecnologías en comunidades cercanas y finalmente el mantenimiento y sostenibilidad de los proyectos. Catuogno y colegas han dado a conocer este modelo de trabajo en congresos y en 2023 a través de un artículo publicado en la revista internacional IEEE Electrification Magazine.

“Hasta la fecha hemos capacitado a más de tres mil estudiantes de escuelas secundarias de San Luis, Buenos Aires y Chaco que participan de la transferencia de las tecnologías en las comunidades cercanas”, indica el investigador del CONICET.

Casos exitosos de transferencia tecnológica

Muchas comunidades se han visto beneficiadas gracias a la labor de LabTA. Por ejemplo, la escuela rural María Florentino Carreño, en la Provincia de San Luis, se localiza en un territorio de difícil acceso y el cruce de arroyos imposibilita la circulación de vehículos urbanos. No poseía servicio eléctrico y solo contaba con grupo generador que funcionaba algunas horas por día, pero ahora, gracias a la labor de LabTA y mediante la instalación de un sistema eólico-solar, dispone de servicio de electricidad e internet las 24hs del día

Para Johana Muñoz, docente de la escuela rural María Florentino Carreño, el trabajo de LabTA “fue algo que nos cambió al 100 por ciento porque ahora tenemos energía eléctrica todo el tiempo, entonces para nosotros fue algo fundamental y por eso estamos agradecidos para siempre”.

En conjunto con el INTA Esquel y la ONG 500RPM, el laboratorio que lidera Catuogno hizo posible la instalación de sistemas de electrificación eólicos solares para bombeo de agua, un sistema de gestión eficiente del agua con riego por goteo en huertas frutihortícolas de 5000 plantines cada una que beneficiaron a comunidades rurales de la Patagonia y generan ingresos muy superiores a los de la producción de lana de oveja que es la principal actividad de esos productores.

Y en El Impenetrable, en la Provincia del Chaco, LabTA está ejecutando para el período 2023-2025 con la ONG Monte Adentro la instalación de sistemas fotovoltaicos aislados para alimentar servicios comunitarios y domésticos a 36 familias de 7 diferentes parajes. Esos sistemas alimentan 15 bombas de agua comunitarias en diferentes parajes y 3 cisternas de agua de 52.000 litros las cuales proporcionan un acceso seguro a agua potable para el consumo de las familias y el riego de huertas comunitarias y cría de animales.

“El mayor reconocimiento y la mayor satisfacción que sentimos como investigadores es cuando vemos que por nuestro trabajo una familia prende la luz o abre una canilla y sale agua, la verdad que eso no tiene precio. Si todo lo que hacemos lo hacemos con el corazón y pensando en el otro, vamos a tener un mejor país”, concluye Catuogno.

Nominación al premio “Abanderado del año”

Por transformar la vida de comunidades rurales mediante la resolución de problemas reales a través de la ciencia y la tecnología, Catuogno fue seleccionado (de un total de 700 postulantes) por un jurado para integrar la nómina de 8 personalidades distinguidas con el Premio Abanderado 2024 organizado por la Fundación Noble y Grupo Clarín, que reconoce a personas de Argentina que se destacan por sus acciones solidarias. A su vez, Catuogno y los otros siete abanderados integran una lista de nominados y el candidato que gane más votos de parte del público general será elegido “Abanderado del año” y obtendrá $10.000.000 para destinar a su proyecto. Se puede votar hasta el jueves 28 de noviembre.

Fuente: CONICET

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