El dolor de espalda es una de las dolencias más comunes en la sociedad actual, afectando a personas de todas las edades y estilos de vida. Desde molestias leves hasta condiciones crónicas debilitantes, este malestar puede tener un impacto significativo en la calidad de vida y el bienestar de quienes lo experimentan. Esto se debe principalmente a dos grandes factores: la anatomía y los malos hábitos posturales.

Para abordar este tema en profundidad, se consultó al licenciado en Kinesiología y Fisioterapia y docente de la Universidad Maza, Rodrigo Amoroso, quien ofreció una visión detallada sobre las causas, los síntomas y los tratamientos disponibles para el dolor de espalda.

La columna vertebral puede compararse con un mástil que tiene una base de sustentación muy pequeña en relación a la altura del cuerpo. Si, por ejemplo, alguien mide 1,80 metros y tiene unos pies, que son su base de apoyo, de aproximadamente 27 centímetros de largo y un centro de gravedad ubicado a unos 90 centímetros del suelo, es lógico que tienda a caer. No solo el cuerpo humano, sino cualquier otro objeto en similares condiciones. “La diferencia es que el hombre es sostenido por músculos antigravitacionales y una estructura ósea que se mantiene erguida”, explica Amoroso. Aun así, esta columna, debido a la fuerza de gravedad, tiende a sufrir deformidades como la cifosis, la lordosis y la escoliosis.

Además de la anatomía, los malos hábitos posturales juegan un papel crucial. “Vivimos en la época de mayor sedentarismo de la historia. Anteriormente, era necesario moverse para conseguir recursos, pero ahora, con la tecnología, tenemos todo al alcance de la mano. Esta inactividad afecta nuestras estructuras anatómicas, especialmente la columna vertebral”, señala el profesional. “Pasamos muchas horas sentados en posturas incorrectas, ya sea frente a la computadora, el teléfono o al estudiar, lo que contribuye a la aparición de dolores de espalda”.

La edad también es un factor significativo. Con el envejecimiento, se pierde flexibilidad y los cartílagos de las articulaciones se deshidratan y degeneran, provocando artrosis.

Para proteger la columna y prevenir estos problemas, el Lic. Amoroso brinda algunas recomendaciones:

• Educación sobre cuidados posturales: es esencial aprender a mantener una postura correcta tanto en el trabajo como en las actividades diarias.
• Ejercicio físico adecuado: realizar actividad física que se adapte a la edad, condición física y estado de salud de cada persona.
• Consultar a un profesional: ante la aparición de cualquier síntoma, como dolor o impotencia funcional, es crucial buscar la ayuda de un especialista.
• Evitar la automedicación: no se debe recurrir a medicamentos sin la supervisión de un profesional de la salud.
• Tratamiento integral: el enfoque del tratamiento debe ser integral y estar supervisado por un profesional capacitado.

El dolor de espalda es una condición que, muy posiblemente, todos experimentarán en algún momento de sus vidas. Sin embargo, es posible reducir su impacto adoptando hábitos saludables y buscando atención médica adecuada. Si los síntomas empeoran y afectan la vida diaria, no se debe esperar para consultar a un profesional específico y encontrar una solución efectiva al problema.