Opinión | 11 abr 2024
UCES
¿Para qué más universidad en Resistencia?
Artículo de opinión del Lic. Marcelo González Del Río, director de Carrera de Psicología de UCES Sede Resistencia.
A mediados de este mes de abril (2024), UCES inaugura la nueva sede universitaria en la ciudad de Resistencia, que se suma a las ya existente; a propósito de ello considero pertinente entonces plantearnos algunas de las siguientes inquietudes.
¿Qué papel cumple una propuesta universitaria en la actualidad? ¿Cuál es su impacto real en términos de comunidad y contexto? ¿En términos de ciudadanía y derechos?
A lo largo del siglo XX, cualquiera de estas preguntas enunciadas, no resultaban tan complicadas de responder. Sin embargo, hacia sus finales y mucho más aún en este primer tramo del siglo XXI, la cuestión cambia significativamente. En efecto, en esta etapa tardo moderna de la cultura (Byung-Chul Han), donde las sociedades parecen haber tomado un giro definitivo hacia la auto esclavitud del rendimiento, el exceso de positividad, el individualismo llevado a sus extremos y la hiperconexión digital, el concepto de universidad, tal cual se lo ha comprendido históricamente, parece entrar seriamente también en entredicho.
Es que la universidad por su parte, ha sido, contrariamente, un ámbito de reflexión, de producción social del conocimiento a partir de la investigación, de claustros o espacios comunitarios diversos en convivencia y disputa, de dudas y de replanteos permanentes, de encuentros y agitaciones, donde el interés individual cede rápidamente a la utilidad del conjunto, y dónde la búsqueda narcisista de respuestas probables son contenidas en espacios áulicos que modelan cualquier tipo de categoría del entendimiento. En definitiva, un auténtico lugar de encuentro para la reflexión, como vemos, al parecer, no nos hemos movido demasiado del lugar donde todo se inició, la «akadḗmeia» ateniense.
Estas breves menciones, solamente para contextualizar los márgenes de un aparente sismo que concierne no solamente a la producción y sostenimiento de los conocimientos sino también a las interacciones imperantes atravesadas por la digitalización de la experiencia social y cognoscitiva en general.
De esta manera, ya disponemos entonces de los principales argumentos para intentar responder a nuestras inquietudes iniciales. Al respecto, podríamos aseverar que el papel que cumple la universidad en la actualidad es la de mantener ese mismo espacio de encuentro para la reflexión, pero dialogando (¿por qué no, debatiendo y problematizando?) con el estado de la cultura y sus tendencias civilizatorias, cualesquiera sean. Diálogo que le permita redefinirse con el tiempo inexorable de un mundo altamente tecnologizado y dinámico, pero sin renunciar a sus principios, sin dejar de ser una referencia ineludible de encuentro para la producción y el acuerdo social de los saberes.
Por otro lado, en tanto referencia, su impacto en términos comunitarios es definitivo y determinante, en especial porque ordena y da sentido, legitima saberes y procederes, requisitos principales para construir sociedades más previsibles, y con ello más igualitarias. Y esto dicho en contextos como los del NEA, con profundas inequidades históricas, adquiere todavía mucha más relevancia. Es cierto, nuestra historia de chaqueños, correntinos, formoseños o misioneros no va a ser mejor, per se, por disponer de una mayor oferta universitaria en el territorio; sin embargo, no disponer de la misma, sin lugar a duda, nos hace más postergados, más desiguales, todavía más desarraigados.
Saludamos en el marco de estas acotadas pero necesarias reflexiones entonces, el gran esfuerzo hecho por UCES por dotar de mayores instalaciones y mejores condiciones para que nuestros estudiantes, docentes y no docentes puedan encontrarse diariamente a festejar la alegría del conocimiento y con ello generar las condiciones de posibilidad respecto de una sociedad que anhela y necesita de manera imperativa, construir un futuro mejor.
Nota: Lic. Marcelo González Del Río, director de Carrera de Psicología - UCES Sede Resistencia.