Organizaciones | 30 ene 2024
Educación
En ocho años creció 21% la cantidad de alumnos que reciben el desayuno y el almuerzo en escuelas estatales
Según el informe del Observatorio de Argentinos por la Educación, uno de cada cuatro alumnos (25%) de escuelas estatales recibe el almuerzo gratuito en el comedor escolar. Entre 2014 y 2022 se incrementó el 21,3% también la cantidad de alumnos que reciben el desayuno.
Más allá de su función educativa, en los últimos años, y a partir de las reiteradas crisis socioeconómicas que vivió, –y vive– el país, la escuela de gestión estatal pasó a cumplir otro rol tanto o más importante que el educativo en sí. Y es el que tiene que ver directamente con el de la alimentación diaria que reciben los chicos que concurren a los comedores escolares.
En este sentido, los datos aportados por el Observatorio de Argentinos por la Educación toman relevancia y sostienen que en los últimos ocho años la asistencia de alumnos a los comedores de las escuelas públicas creció el 21%.
De acuerdo con las estadísticas, durante 2022, 1.860.000 alumnos recibieron el almuerzo gratuito en las escuelas estatales, es decir, 323.000 más que en 2014. Esta cifra representa un aumento del 21% en 8 años, y está muy por encima del aumento registrado en la matrícula (+6%). En el mismo período, en tanto, la cantidad de chicos que recibieron el desayuno en las escuelas estatales también aumentó el 21,3% y llegó a los 2.843.000 alumnos.
Los datos surgieron del informe “Programas de alimentación en escuelas de gestión estatal”, que fue elaborado por el Observatorio de Argentinos por la Educación, y que lleva las firmas de Cecilia Adrogué (Universidad Austral y Universidad de San Andrés-Conicet), Eugenia Orlicki y Leyre Sáenz Guillén (Observatorio de Argentinos por la Educación).
Según el informe, durante 2014, 1 de cada 5 alumnos (20%) recibió el almuerzo en las escuelas estatales. Mientras que durante 2022 la cifra aumentó a casi 1 de cada 4 (25%). También creció cinco puntos porcentuales la cantidad de alumnos que reciben el desayuno ya que pasó de 32% a 37% en esos años.
La asistencia a comedores escolares es mayor entre los estudiantes más vulnerables. En el primer quintil (el de los chicos de menor nivel socioeconómico), casi la mitad (45,1%) de los alumnos de 5 a 11 años asiste a un comedor escolar. El porcentaje baja al 40,6% para los estudiantes del segundo quintil y al 16% para los del quintil más rico. Estas desigualdades también se registran entre los alumnos de 12 a 17 años. En esa franja etaria, el 26,5% de los estudiantes más vulnerables (quintil 1) asisten a un comedor escolar, mientras que en los quintiles del medio el porcentaje oscila entre el 10% y 13%. Mientras tanto, en el quintil más rico, la cifra es 7,7%.
Cuando se analiza la asistencia por tipo de jornada a la que asiste el estudiante, se observa que el 86% de los que asisten a jornada completa reciben almuerzo, mientras que entre los que asisten a jornada simple lo recibe el 22%.
“Los comedores escolares en contextos socioeconómicos difíciles cumplen un rol fundamental. Tienen en sus manos la oportunidad de alimentar de manera saludable a las nuevas generaciones de argentinos, quienes en muchos casos se ven privados de ello en sus hogares. La sana alimentación contribuye también a los aprendizajes”, señaló Adrogué. Y agregó: “No existe un solo esquema de alimentación escolar, sino que son muchos y variados. Por otro lado, el presupuesto suele ser escaso. El hecho de que ya muchos chicos asistan es un primer paso: el siguiente sería mejorar lo que se les brinda, con un buen plan alimenticio, y con fondos suficientes”.
Sofía Moggia, secretaria de Grupo Tateti, una asociación civil de madrinas y padrinos de escuelas rurales, resalta la importancia del comedor escolar en esta modalidad. “En la ruralidad, por caso, el acceso a una alimentación nutritiva y saludable se dificulta por cuestiones económicas o de aislamiento. Muchas veces, las infancias que habitan estos entornos se alimentan exclusivamente de las comidas que pueden ofrecer las instituciones educativas. En este sentido, los servicios de alimentación escolar son un facilitador para alcanzar una nutrición adecuada. Este es un aspecto más en el que las escuelas se encuentran invisibilizadas, y por el cual es necesario continuar trabajando para que las infancias accedan a su derecho”.
Fuente: Claudio Corsalini | Perfil