Opinión | 26 ene 2024
Nuevas Tecnologías
La IA como puente para reducir la brecha de género en el mercado laboral
Artículo de opinión de Natalia Jasin, Directora General y Fundadora de Bounty EdTech.
Debemos acompañar a las mujeres para que participen activamente del mercado laboral, para ello, es clave por un lado impulsar su inserción en carreras STEM y alimentar su vocación relacionada a las nuevas tecnologías y por el otro, sostener y amplificar programas de formación gratuito que conlleve a procesos de upskilling, reskilling, las aproximen al primer empleo o la vuelta al trabajo después de la maternidad o lideren puestos de silver economy.
Hay estudios que muestran que, internacionalmente, en el mercado laboral las mujeres obtienen menores remuneraciones, ocupan menos posiciones sénior y participan menos de los campos de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.
De acuerdo con UNESCO, en el mundo, las mujeres representan solo 35% de quienes cursan estudios de enseñanza superior en STEM, y menos del 30% de ellas, forman parte del conjunto de investigadores científicos. Las brechas de género reducen las posibilidades de innovación y de nuevas perspectivas para abordar los desafíos actuales y futuros.
Según el Reporte WEF Paridad de Género 2022, hay una persistente falta de mujeres en puestos de liderazgo, ya que sólo representan el 27% de todos los puestos directivos, y sólo el 29% de los de D&I. Las diferencias de género en las profesiones emergentes apenas han progresado.
Si bien América Latina y el Caribe es una de las dos regiones que han alcanzado la paridad en la proporción de hombres y mujeres investigadores (un 45% del total de investigadores de la región son mujeres), ellas aún se encuentran subrepresentadas en los niveles más altos de las carreras profesionales y continúan siendo una minoría en muchos campos de las STEM, en la mayoría de los países de América Latina y Caribe.
El sesgo de género puede afectar a todos los aspectos de la IA, desde los datos utilizados para entrenar los sistemas de IA hasta los algoritmos utilizados para tomar decisiones. Las mujeres en la IA pueden enfrentarse a prejuicios en la contratación, la promoción y el reconocimiento, lo que puede limitar sus oportunidades. Los estereotipos sobre las capacidades e intereses de las mujeres pueden dificultar que se las tome en serio en el campo de la IA. Por ejemplo, Alexa y Siri, asistentes digitales, son mujeres (la idea del cuidado y ayuda).
El síndrome del impostor puede ser común entre las mujeres que trabajan en campos dominados por los hombres, como la IA, y puede dificultar que las mujeres se defiendan a sí mismas y defiendan su trabajo.
En el marco del Día Internacional de la Educación, creemos que es importante retomar esta problemática que continúa presente en las sociedades de todo el mundo.
Incluir a más mujeres en el campo de la IA puede ayudar a garantizar que los sistemas de IA sean más precisos y justos. Ofrecer herramientas para desnaturalizar estos sesgos y reivindicar conocimientos técnicos y socio-emocionales son otra forma certera de disminuir la brecha existente.
Acercar a las mujeres al mundo de la Inteligencia Artificial es crucial por varias razones que reflejan la importancia de la diversidad de género en el ámbito tecnológico. ¿Cuáles son esas razones?
Equidad de género: La igualdad de oportunidades es un principio fundamental en cualquier sociedad. Al brindar formación en IA a las mujeres, se contribuye a cerrar la brecha de género que históricamente ha existido en campos tecnológicos. La participación equitativa de mujeres en la IA es esencial para asegurar que la toma de decisiones y la innovación reflejen una variedad de perspectivas.
Diversidad de pensamiento: Las mujeres, al igual que cualquier grupo demográfico, aportan experiencias, enfoques y perspectivas únicas. La diversidad de pensamiento en la creación y desarrollo de tecnologías, como la IA, es esencial para evitar sesgos y para asegurar que las soluciones sean inclusivas y relevantes para una amplia gama de usuarios.
Mejora de la calidad de los productos: Cuando los equipos de desarrollo de IA incluyen a mujeres, hay una mayor probabilidad de que los productos y servicios resultantes se diseñen teniendo en cuenta las necesidades y experiencias específicas de todas las personas. Esto puede traducirse en productos más útiles, accesibles y éticos.
Estímulo de la innovación: La inclusión de mujeres en la IA fomenta la innovación al abrir nuevas perspectivas y enfoques para resolver problemas. La diversidad de ideas y habilidades promueve la creatividad y puede conducir al desarrollo de soluciones más efectivas y eficientes.
Empoderamiento económico: La formación en IA proporciona a las mujeres habilidades valiosas y demandadas en el mercado laboral actual y futuro. Al tener acceso a oportunidades en campos como la IA, las mujeres pueden mejorar sus perspectivas económicas y contribuir al crecimiento económico en general.
Cierre de la brecha de habilidades: En muchos lugares, hay una brecha de habilidades en tecnologías emergentes como la IA. Al brindar formación a mujeres, se contribuye a cerrar esta brecha, permitiendo que más personas participen en la economía digital y se beneficien de las oportunidades laborales asociadas.
Formar a las mujeres en Inteligencia Artificial es esencial no sólo para abordar cuestiones de equidad de género, sino también para aprovechar plenamente el potencial de la tecnología y promover una sociedad más inclusiva y justa. Es por ello, que estamos convencidos de la necesidad de impulsar la vocación de las niñas y jóvenes en el mundo STEM, desde los primeros años de escolaridad hasta la Universidad o la educación no formal.
Cuanto más temprana sea la vinculación de las mujeres con las bondades tecnológicas, más fácil será el acompañamiento de sus diferentes intereses y conocimientos a lo largo de su recorrido educativo y desarrollo profesional. Es en esta línea, que consideramos crucial propiciar nuevos espacios de formación técnico profesional para que más mujeres lideren organizaciones con base en la IA para su mejor desarrollo económico.