sábado 27 de julio de 2024 - Edición Nº2061

Latinoamérica | 23 may 2023

Historias de vida

“Me sentí en casa desde el primer día y ahora cinco años después lo sigo sintiendo así”

Lo aseguró José Marín, quien compartió con "Universidades Hoy" su historia de vida y cómo fue su experiencia de venir de Venezuela en 2018 para estudiar Medicina en la UBA.


En el año 2017 Venezuela vivió un ciclo de protestas e inconformidad social debido a la situación política, económica y a la inflación que empeoraba cada vez más. Para ese año según el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) hubo 6.729 manifestaciones, equivalente a 56 protestas diarias y 163 fallecidos, sin embargo, el Ministerio Publico reconoció solo 129 personas muertas en ese contexto. Muchos tuvieron que dejar a sus familias, sus trabajos y sus estudios para continuar su vida en otro lugar. 

Actualmente más de 7 millones de personas han dejado Venezuela buscando protección, oportunidades y una mejor calidad de vida. En Argentina hay más de 174 mil venezolanos radicados según los datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). 

José Marín es uno de ellos. Llego a la Argentina en el año 2018 con la ilusión de terminar su carrera universitaria ya que no pudo continuar en su país debido a los paros y protestas. “Estudié hasta tercer año de medicina en Venezuela, estuve dentro de la universidad 5 años, pero por los paros, los problemas políticos y sociales no pude continuar”, lamentó José.  

Sin embargo, para continuar con sus estudios debía hacer equivalencias con las materias aprobadas en su país “pero en Venezuela es mucho problema para hacer los papeles, mis notas tenían que salir del decanato donde yo estudiaba, hasta la sede principal y luego a la capital para apostillar, y cada paso era muy difícil”, expresó.

 Y añadió: “Inicié en 2017 este trámite y mientras hacia los papeles para radicarme, sacar la residencia y demás, esperaba que salieran los documentos de la universidad, pero en Venezuela eso nunca pasó y después de un año de espera decidí empezar de cero en la UBA. Tuve que hacer el CBC, luego ingrese a la carrera y actualmente estoy en segundo año”. .

José tiene 27 años, estudia Medicina en la Universidad de Buenos Aires y se siente feliz de haber tomado la decisión de venir al país “desde el primer día  Argentina me encantó, ni siquiera en Venezuela me sentí tan bien como me siento acá, me sentí en casa desde el día uno y ahora 5 años después lo sigo sintiendo así", afirmó. 

¿Cómo te sientes dentro de la vida universitaria en Argentina? 

Entrar a estudiar es fácil, solo necesitas los documentos apostillados y hacer el CBC, ningún otro requisito. En Venezuela debes tener un promedio para la carrera, para medicina, por ejemplo, necesitas un promedio de más de 17 puntos porque se evalúa en base de 20. 

El sistema es más desprendido, que el de mi país, imagino por la cantidad de estudiantes que hay. Todo tenemos que hacerlo por nuestra propia cuenta y a veces no hay clases directamente con profesores sino con estudiantes o preparadores. 

Tienes que ir a las clases ya estudiado porque solamente te aclaran dudas. A mi parecer eso es diferente de Venezuela, que siempre teníamos un profesor que se esforzaba un poco más para que uno entendiera y acá incluso hay temas que evaden porque consideran que ya deberíamos saberlo. Eso lo hace un poco más difícil y hay que ponerle ganas uno mismo, la verdad estudias porque realmente quieres hacerlo ya que es muy fácil desistir con este sistema. 

El estudio y otros proyectos personales

Además de estudiar a José Marín le gusta la cocina y es emprendedor “tengo un trabajo de medio tiempo como cocinero. En medio de la pandemia del 2020 también estaba trabajando en cocina y el lugar donde trabajaba cerro así que comencé a hacer un emprendimiento, pagué publicidad en redes, pude llegar a más público y el negocio creció”, comentó.

Pavlova.arg es su emprendimiento de tartas, conto que actualmente no es su principal fuente de ingresos, pero si lo fue durante la pandemia. “Es demandante y lo tengo como un ingreso extra ya que no tengo el tiempo necesario para dedicarle por la universidad”, finalizó con la satisfacción de poder continuar estudiando y emprendiendo para salir adelante en Argentina. 

Nota: Deyanith Araujo | Universidades Hoy

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