En una noche cargada de emoción, música y homenajes, Rodolfo “Fito” Páez recibió el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), la distinción más alta que otorga la institución. El Espacio Cultural Universitario (ECU) estuvo colmado por una multitud que ovacionó al músico rosarino, quien dedicó el reconocimiento a sus padres y, especialmente, a su tía Charito. Allí, reivindicó la expresión como rasgo fundamental de la condición humana y aseguró: “No van a hacer un Spinetta o una Liliana Herrero por IA”.
El rector de la UNR, Franco Bartolacci, abrió la ceremonia con un sentido discurso en el que destacó la trayectoria intelectual, cultural y artística del homenajeado. “Tardamos mucho en reconocerte. Homenajearte es un acto de justicia”, afirmó. En su mensaje, agradeció a Páez por ser “embajador de Rosario en el mundo”, por su manera singular de interpretar su tiempo y por una sensibilidad “necesaria como la esperanza misma”. El diploma fue entregado por Bartolacci junto al decano de la Facultad de Humanidades y Artes, Alejandro Vila, padrino del nombramiento.
Conmovido, Páez tomó la palabra para recordar a su tía Charito, figura clave en su infancia, y reflexionar sobre el valor de la creatividad. “Tiene que haber algún zarpado creando. No se puede monetizar todo. Es muy importante que seamos seres humanos y no máquinas”, sostuvo. También evocó a los músicos rosarinos que marcaron su camino y la valentía de la generación que atravesó la dictadura. “Lo que no se negocia es ese momento en la habitación, escribiendo y creando”, dijo.
Tras el discurso, llegaron las canciones. Un recorrido íntimo por obras emblemáticas como Caminando por Rosario, La vida es una moneda, Ciudad de Pobres Corazones y Mariposa Tecknicolor, entre otros clásicos que hicieron vibrar al auditorio. El cierre, a capela y con el público de pie, fue con Yo vengo a ofrecer mi corazón, coronando una noche de emociones compartidas.

El reconocimiento de la UNR subrayó la profunda vinculación de Páez con su ciudad. Nacido en Rosario el 13 de marzo de 1963, su obra marcó a generaciones y se convirtió en parte del ADN cultural local. Integró bandas como Staff y El Banquete, y fue protagonista de la “Trova rosarina”, movimiento que renovó la música popular argentina en tiempos de dictadura y guerra.
Su recorrido continuó junto a figuras como Charly García y Luis Alberto Spinetta, y con álbumes fundamentales como Del 63, Giros, La La La, Circo Beat, El amor después del amor y Novela. A lo largo de cuatro décadas concretó más de treinta discos, giras internacionales y colaboraciones con artistas de renombre mundial.
Páez también incursionó en el cine y la literatura, con películas como Vidas Privadas y novelas como La Puta Diabla, además de una autobiografía y libros de poesía. Su trayectoria le valió múltiples reconocimientos, entre ellos Premios Grammy Latinos, Grammy Awards, Premios Gardel y el Premio a la Excelencia Musical de la Academia Latina de la Grabación.
La distinción de la UNR lo incorpora ahora al cuerpo de personalidades que han dejado una huella indeleble en la cultura y que, como él, siguen ofreciendo su corazón.
Fuente: UNR