

En el marco del Día del Estudiante, la Universidad Austral difundió un informe que expone un panorama preocupante sobre la salud mental de adolescentes y jóvenes en Argentina. El trabajo, elaborado por las investigadoras Rocío González y Victoria Bein, subraya que la adolescencia es una etapa de alta vulnerabilidad en la que confluyen factores biológicos, psicológicos y sociales que pueden impactar de manera negativa en el bienestar de los chicos.
Según la Organización Mundial de la Salud, uno de cada siete jóvenes de entre 10 y 19 años padece algún tipo de trastorno mental. En el país, los datos de UNICEF revelan que en 2024 el 9% de los adolescentes de entre 13 y 17 años reportó sentirse deprimido y el 13% angustiado. Los trastornos alimentarios también se expanden: uno de cada cinco adolescentes manifestó preocupación por su imagen corporal y hasta un 8% reconoce conductas como atracones o rechazo de comida.
El consumo de sustancias constituye otro desafío: el 69% de jóvenes de 16 a 24 años consumió alcohol en el último año, un tercio lo hizo en exceso en el último mes, y casi el 20% probó marihuana. A esto se suma el avance de las apuestas online: 8 de cada 10 adolescentes admiten haber accedido o conocer a alguien que lo hizo, y un 37% lo hace de manera frecuente.
La situación más alarmante se refleja en las estadísticas de mortalidad: en 2023, el suicidio se convirtió en la primera causa de muerte entre mujeres de 10 a 19 años, y en la segunda entre varones de la misma edad. En los jóvenes de 20 a 29 años, los suicidios ya superan ampliamente a otras causas como tumores y accidentes.
El informe concluye que es urgente implementar programas de prevención emocional desde edades tempranas, formar a padres y docentes en habilidades socioemocionales y garantizar políticas públicas sostenidas. “Invertir en prevención emocional en familias y escuelas es invertir en el futuro”, remarcan las autoras.