domingo 22 de junio de 2025 - Edición Nº2391

Universidades Públicas | 3 jun 2025

Lo aseguró la Rectora

Decisión clave en la Universidad del Comahue: Beatriz Gentile no irá por la reelección en 2026

"La alternancia para mí es importante", aseguró la rectora. Mencionó que uno de los problemas más graves es la "pauperización" de los salarios docentes y no docentes. Dijo que actualmente la UNCo no paga viáticos, ni horas extras.


Beatriz Gentile está en su oficina firmando una pila de títulos. El primero es el de una persona nacida en 2001, el año de la crisis política, los saqueos, el corralito, la represión y el ticket canasta. La rectora de la UNCo asegura que el estudiantado está llegando «en tiempo y forma» a recibirse. Aun cuando la universidad tiene uno de los presupuestos más bajos registrados desde 2004.

Los fundamentalismos necesitan solamente creer

P: Hay un fragmento del discurso que diste en la reunión del CIN (Consejo Interuniversitario Nacional) de San Luis en el que te referís a que «acá no hay una batalla cultural, acá hay una cruzada fundamentalista» contra las universidades, ¿en qué radica esa diferencia?

R: Por que las políticas que están llevando a cabo tanto en el plano económico, social, pero sobre todo en el cultural, el educativo, lo que están buscando es cambiar una matriz de la constitución sociocultural de la Argentina.

En una batalla cultural uno podría entenderlo, en historia diríamos, si es más cercana a un pasado desde alguna facción del revisionismo u otro. Una batalla cultural en reivindicación de un modelo de país o de otro, pero entiendo que una política de degradación de prácticamente las conquistas de derechos del siglo XX, que se está poniendo hoy en discusión desde el gobierno nacional, donde atenta contra lo que entendíamos nosotros conquistas ya constituyentes de la sociedad argentina es retroceder el reloj.

 

El fundamentalismo es el principio de una verdad absoluta que no admite relativismo, no admite diversidades, no admite condiciones de momento, de coyuntura. El fundamentalismo no dice, «en este contexto hay que pensar cómo trabajar la cuestión de la organización familiar». No. El fundamentalismo te dice: «la familia, debe ser esto, las mujeres tienen que procrear, si baja la tasa de natalidad es porque justamente las mujeres no quieren procrear».

P: Y bajo esos preceptos ¿la universidad qué sería?

R: La universidad básicamente es la contracara. El primer paso del principio científico es la sospecha y la duda sobre lo dado. No hay ciencia posible si no se duda de lo que hay.

 

Es decir, nosotros aprendimos con la genética que la raza no determina comportamientos, ni emocionales, ni actitudinales, ni delictuales. Aprendimos a explicar los fenómenos que no tienen que ver con la determinación sobrenatural. El primer principio es la duda, la sospecha y el entender que las verdades son relativas, no absolutas. Por eso la ciencia y religión no se llevan bien. Por eso entre la creencia y la posibilidad de dudar, investigar y conversar y arribar a nuevos descubrimientos es el principio de una universidad del conocimiento. Los fundamentalismos no necesitan conocer. Los fundamentalismos necesitan solamente creer y con eso se cierra cualquier tipo de debate.

 

P: ¿Cuál es la situación presupuestaria de la universidad?

R: Nosotros tenemos un retroceso que viene ya desde que asumió este gobierno, lo hemos dicho en numerosas oportunidades. El componente hoy más grave para las universidades es la pauperización de los salarios docentes y no docentes. Nuestros investigadores están por debajo de lo que se cobraba en el año 2002, si uno hace la proporción de esto en aquel contexto. Anualmente un docente y uno docente están perdiendo cinco salarios, en función de que han ido atrás de la inflación de todo este tiempo.

Sin jabón, viáticos, ni horas extras

P: ¿Qué ayuda están recibiendo de los gobiernos de Río Negro y Neuquén?

R: Básicamente lo que están aportando, y que la verdad que es muy importante, es lo que hace el sostenimiento sobre todo del estudiantado. Por ejemplo logramos que Río Negro le pague el subsidio para que la mitad del transporte de nuestros estudiantes, que son de Río Negro, se haga cargo justamente la provincia, a partir de las tarjetas, ha sido un paso enorme. Las residencias que van a construir en Viedma también son un paso enorme. Lo que está aportando el gobierno de Neuquén en Chos Malal, que es una enorme apuesta que hizo la universidad con el apoyo del gobierno provincial, sería directamente imposible. Estamos hablando de 2.000 millones que van a ser en los tres años de las carreras, realmente es un aporte enorme.

Lo que ha hecho la intendencia del municipio de Neuquén con los costos de luz, con el arreglo del comedor universitario. Nosotros no podríamos haber encarado el comedor universitario. Vamos a inaugurar el salón azul. Está propuesta construir aulas, ahora la provincia de Río Negro nos acaba de informar que el martes también van a aportar para proyectos de extensión.

Yo les he propuesto a los gobernadores que a partir de ahora en los presupuestos que presentan en sus provincias haya un renglón que diga: «presupuesto para universidades.» No solo la del Comahue, Comahue y la del Río Negro, porque poner en las universidades es una forma también de poner en la propia ciudadanía de sus jóvenes y sus estudiantes de la provincia. Si bien sin duda nosotros seguimos defendiendo que la universidad la debe sostener el gobierno nacional, porque eso es lo que corresponde y es quien es responsable del presupuesto universitario, para nosotros que los gobiernos locales también se comprometan a sostener las posibilidades o la condición de posibilidad para que sus jóvenes estudien en la universidad, me parece que es una muy buena respuesta y creo que debería oficializarse en los presupuestos.

P: ¿Ustedes tienen restricciones, por ejemplo, en el consumo de servicios, en los insumos debido a este ahogo financiero?

R: Limpieza, electricidad y gas son de los consumos más altos que tenemos por mes en toda la universidad. En limpieza hemos hecho recortes, hemos cambiado de empresa porque hemos licitado por una empresa que nos ofrecía un servicio más barato, pero hemos tenido también dificultades porque al bajar los turnos de limpieza también se vuelve más complejo en nuestra universidad. Los techos, por ejemplo, que tienen las canaletas de edificios viejos se llenan de hojas cuando llueve, se llueve adentro, el faltante de jabón en los baños. En nuestra universidad no se pagan viáticos, solamente se paga viáticos a los docentes que viajan más de 100 kilómetros a dictar asignaturas en aquellas unidades académicas que tienen carreras que se replican.

En la Universidad Nacional del Comahue no se pagan horas extras, las únicas horas extras que se pagan son al personal de resguardo patrimonial, mal llamados serenos, cuando obviamente tienen que trabajar sábados, domingos y feriados, que es lo que corresponde por la ley de trabajo, o cubrir a un compañero por una cuestión de enfermedad. Estos son todos recortes que hemos venido haciendo en función de que el presupuesto de funcionamiento esté claramente orientado a sostener el dictado y la investigación en nuestra universidad.

La garantía de la «clase media ancha»

P: ¿En el 2001 vos ya estabas acá?

R: En el 2001 yo era secretaria adjunta del gremio Adunc. Estaba cortando puentes en el 2001. Ya era docente en la facultad de Humanidades, estaba en el gremio, me acuerdo que estábamos cortando el puente en el 2001, justamente en ese momento nos habían recortado el 13% y nos pagaban con ticket canasta. Nosotros cambiábamos una parte del salario, la cargábamos en el viejo Topsy de acá, que solamente ahí la podíamos cambiar aparte. Lo tengo muy presente el 2001, 2002 fueron años muy difíciles en la universidad. Fueron años donde cobrábamos, si cobrábamos la transferencia del salario llegaba el 13 o el 14 del mes. La docencia universitaria estaba en un contexto similar al de ahora.

P: En abril y octubre de 2024 fueron las grandes convocatorias en defensa de la universidad pública y da la impresión que después el reclamo se fue apagando. No sé si tenes la misma impresión.

R: Más que apagando, creo que fue muy fuerte la lucha del año pasado. Se llegó a presentar la ley de financiamiento, logramos que se aprobara esa ley de financiamiento y creo que el veto del Ejecutivo nacional y que el abandono, cuando no traición de diputados que no rechazaron el veto, ya llegábamos a fin de año lo cual era bastante lógico que se extinguiera esa acción de protesta. Es cierto que hubo una recomposición para gastos de funcionamiento, pero no la hubo en lo salarial.

Y este año, me parece que como el resto de la sociedad argentina, lo que estamos viendo es justamente si se quiere una puesta a dos caminos. Me parece que es un camino de una estrategia legislativa, vamos a volver a presentar la ley de financiamiento universitario, y una estrategia de movilización que yo considero que tiene que ir en paralelo de la misma manera que fue el año pasado pero que bueno, que encuentra las comunidades universitarias, no sé si resignadas, no sé si en un estado de indefensión, que habrá que evaluarlo como parte también de lo que le está pasando al resto de la sociedad.

Entiendo que no hemos sabido todavía plantearnos, tanto el frente sindical como el propio Consejo Interuniversitario, todavía no hemos encontrado una forma de que la estrategia legislativa y la estrategia de movilización a la calle vayan juntas.

P: ¿Vos no sentís que no haya acompañamiento por fuera de la comunidad universitaria al reclamo presupuestario?

R: Yo creo que sigue habiendo, lo que pasa es que siempre cuesta mucho más, porque como la sociedad también está muy mal en lo salarial, una cosa es pensar que nos van a cortar la luz y no van a poder ir a clase y otra cosa es decir, «Bueno, el salario de ustedes es tan malo como el mío». Las universidades tienen una palabra que sigue siendo respetada, y también hay que luchar contra el acoso permanente de un gobierno nacional y funcionarios que continuamente degradan, humillan, cuestionan. Es un ejercicio muy fuerte por un lado, tratar de sostener económicamente para que esto no se derrumbe, y al mismo tiempo estar respondiendo permanentemente los agravios o el abandono del gobierno nacional que es muy grande.

P: ¿Crees que la universidad conserva el sueño, la promesa del ascenso social?

R: En un proyecto de país donde existe la voluntad de cambiar la constitución social de la matriz argentina, achicar la clase media y llegar a una sociedad con un mercado laboral de precarizados a escasamente formalizados, y después pequeñas franjas de oficios muy especializados y una clase alta, me parece que ese país de clase media ancha, la garantía de esa clase media ancha sigue siendo la universidad argentina, no aranceladade carácter irrestricto. Que le garantiza precisamente a través de la educación las posibilidades de insertarse en mercados laborales distintos al origen de cuna.

Nuestra universidad tiene el 54% de estudiantes que son primera generación de universitarios y es una universidad que ya tiene 60 años de vida, si contamos la universidad provincial, y 52 como universidad nacional. Si en 50 años seguimos siendo, mayoritariamente, primera generación de universitarios, para mí eso es la prueba de que la universidad sigue siendo un instrumento, un dispositivo para el ascenso social.

P: Tu mandato finaliza el año que viene.

R: Sí, en mayo del año que viene.

P: ¿Y estas pensando en reelección?

R: No, no. Yo fui dos veces decana de la facultad (de Humanidades), una vez rectora, estoy en edad de jubilarme y además tengo mucha trayectoria, y mucho por la universidad pública que sigue siendo, por supuesto, un pilar de identidad muy importante para mí, pero yo creo mucho en los proyectos que realmente dan espacio y la alternancia para mí es importante.

Sí, creo que tiene que ser una conducción y pensar todos juntos en Comahue una conducción que sostenga aquellas cuestiones que se han hecho bien, aquellas conquistas que hemos podido consolidar. La Asamblea Universitaria creo que fue un hito muy importante, la reforma de nuestro estatuto. Es decir, en un contexto tan complejo, tener un estatuto donde las tres vertientes o perspectivas están incorporadas en nuestra ley máxima, el wokismo diría nuestro presidente, venga la gestión que venga, nacional o rectoral, ese estatuto es nuestra carta más fuerte de defensa de derechos. Eso es como dejar las cosas en firme y que vengan quienes puedan seguir avanzando sobre estas cosas.

 

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias