Universidades Privadas | 24 oct 2024
UMAZA
Lactancia Materna: Un escudo protector en la Lucha contra el Cáncer de Mama
Con el aporte de Antonella Piai, Técnica Universitaria en Puericultura de la Universidad Maza, se exploran los importantes beneficios de la lactancia materna en la prevención del cáncer de mama. A través de este enfoque, se analiza cómo la lactancia contribuye a la reducción de riesgos en las madres y cómo impacta positivamente en la salud a largo plazo.
El 19 de octubre se celebró el Día internacional de la lucha contra el cáncer de mama por iniciativa de la Organización Mundial de la Salud. El objetivo de esta fecha y del lema Octubre rosa es crear conciencia y promover que cada vez más mujeres puedan acceder a controles, diagnósticos y tratamientos oportunos y efectivos.
Según el sitio web de la Organización Mundial de la Salud, el cáncer de mama es una enfermedad en la que células de la mama alteradas se multiplican sin control y forman tumores que, de no tratarse, pueden propagarse y causar la muerte.
Las células cancerosas comienzan a desarrollarse dentro de los conductos galactóforos o de los lobulillos que producen leche del seno. El cáncer en estadio 0 (in situ) no es potencialmente letal y se puede detectar en fases tempranas, por eso es tan importante el chequeo periódico. En el caso de los cánceres invasivos, pueden propagarse a los ganglios linfáticos cercanos o a otros órganos (metástasis) poniendo en peligro la vida de la paciente.
Detección temprana en periodo de lactancia
Diferentes estudios científicos confirman que la lactancia materna es un factor protector contra el cáncer de mama y que la duración de la lactancia influye en esta protección, es decir, a mayor duración de la lactancia, mayor protección contra el cáncer de mama. Ante este planteo, surge una duda recurrente, ¿Una mujer en periodo de lactancia, puede practicarse los estudios de diagnóstico preventivo?
La respuesta es SÍ, ¡La detección temprana del cáncer es de gran importancia! Tanto los procedimientos de control periódico y los de diagnóstico por imágenes, como ecografías, mamografías y tomografías con rayos X, son compatibles con la lactancia porque la radiación con rayos X utilizada en estos procedimientos, no se absorbe ni permanece en el pecho.
Ni los rayos X ni el ultrasonido afectan la calidad o cantidad de la leche de una madre.
Las mujeres que amamantan no necesitan esperar hasta terminar la etapa de lactancia de su bebé para poder someterse a estas prácticas de control y diagnóstico. Los líquidos de contraste que se utilizan en algunos procedimientos radiológicos, con yodo o sin él, son compatibles con esta práctica porque no se excretan en la leche.
Para facilitar los procedimientos y tener una menor interferencia con los resultados, además de la comodidad de la madre, se puede extraer la leche antes del realizar el estudio; luego de esto, no es necesario esperar, una vez terminado se podrá retomar la lactancia con normalidad.
En cambio, durante el tratamiento del cáncer sí hay que interrumpir la lactancia debido a los efectos secundarios potencialmente graves para el lactante.
Un diagnóstico difícil
En el plano emocional, recibir un diagnóstico de cáncer mientras se amamanta puede generar una profunda preocupación en la madre, una de ellas puede ser sobre el futuro de la lactancia. En estos momentos, es crucial no solo considerar las recomendaciones médicas, sino también escuchar y respetar sus deseos y sentimientos. Esto le permitirá tomar decisiones informadas, siempre acompañada del apoyo necesario para enfrentar esta difícil situación de la mejor manera posible.