En una entrevista exclusiva con Universidades Hoy, Anselmo Torres, rector de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), expuso las graves dificultades que enfrentan las universidades del interior del país debido a la crisis presupuestaria. “La realidad de todas las universidades es compleja porque iniciamos un año con un presupuesto prorrogado que no alcanzaba para cubrir los gastos necesarios,” explicó Torres, subrayando que la situación se ha visto agravada por la decisión del gobierno de retrotraer los incrementos otorgados en 2022, lo que ha generado una fuerte efervescencia en el ámbito universitario.

La UNRN, una de las universidades más jóvenes del país, se ha visto particularmente afectada. Torres detalló que la situación es aún más complicada para las instituciones del interior y las nuevas universidades como la que lidera, debido a que, además de enfrentar un presupuesto congelado, deben lidiar con la falta de infraestructura propia. “Con la modificación de la ley de alquileres, los propietarios ahora nos exigen actualizaciones cada tres meses e incluso algunos piden contratos en moneda extranjera, lo cual es insostenible para nosotros,” señaló, añadiendo que han tenido que renegociar con las autoridades provinciales para conseguir espacios prestados.

“Un ejemplo de ello de esta situación compleja es la obra del Campus de la Universidad en Bariloche. Su estado de avance es del 95% y solo faltan los nexos de servicios, además de algunas obras externas de agua y cloacas”, subrayó.

El rector también destacó que la dispersión geográfica de las sedes de la UNRN, algunas ubicadas a más de mil kilómetros entre sí, incrementa considerablemente los costos operativos. "No podemos hacer economía de escala. Tenemos tres hospitales escuela en diferentes localidades y los costos de gestión se disparan con cada traslado que debemos realizar," mencionó Torres.

A pesar de estos desafíos, la universidad sigue creciendo. Con más de 13.000 estudiantes regulares, 3600 egresados, y nuevas ofertas académicas, como la carrera de Medicina que está en su tercer año, la UNRN se ha convertido en un pilar educativo en la región patagónica. Es deseable destacar que en estos 15 años de funcionamiento académico, la UNRN alcanzó a albergar al 10% de los jóvenes de 19 a 29 años de nuestra provincia. Sin embargo, el rector expresó su preocupación por el futuro, especialmente en relación con las inscripciones del próximo ciclo. "Estamos con expectativas altas, aunque también sabemos que muchos estudiantes no podrán continuar debido a la crisis económica," dijo Torres.

El contexto actual, marcado por el ajuste en el presupuesto y la falta de respuestas a reclamos críticos, como el financiamiento para la ciencia y la técnica y la obra pública universitaria, plantea un escenario incierto para las universidades del interior. “El conflicto sigue, no se ha resuelto más que un pequeño porcentaje del presupuesto total, y esto afecta profundamente nuestra capacidad de operar,” concluyó Torres.

La situación de la UNRN refleja los desafíos que enfrentan muchas instituciones del interior, que deben encontrar formas de sostenerse en medio de un entorno cada vez más adverso. La próxima ronda de inscripciones, prevista para septiembre, será un indicador clave de cómo la crisis está impactando en la educación superior en las regiones más alejadas del país.