En lo que podría considerarse un acto más de irresponsabilidad y desconocimiento de la función pública que cumple desde hace cuatro años, el presidente de la Nación Alberto Fernández realizó declaraciones a pocos días de terminar su mandato que, al menos para gran parte de quienes se especializan en la temática, resultaron desafortunadas. El mandatario aseguró que “en la Argentina la pobreza está mal medida y que no es del 40% porque si fuera como indica el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), la Argentina estallaría”. El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos es un organismo público desconcentrado de carácter técnico, dentro de la órbita del Ministerio de Economía de la Nación y que pertenece al propio gobierno de Alberto Fernández. También es posible pensar que el primer mandatario desconozca esta situación o que el titular de la cartera de Hacienda, Sergio Massa, no se lo haya informado.
"La pobreza se mide a través de la Encuesta Permanente de Hogares, es una encuesta. Yo me temo que la gente no diga toda la verdad, porque si le preguntás a una persona y te dice 'tengo un plan', de ahí en más empieza a mentir porque tiene miedo de que se lo quiten", aseguró Fernández sobre el cálculo y al mismo tiempo que agregó: “ahí, todo comienza a ser muy impreciso". Continuando con su alocución, el mandatario cuestionó cómo puede ser posible que vengamos de 30 meses continuos de crecimiento del consumo, de más de 1,300.000 puestos de trabajo registrados y que así y todo haya trabajadores que son pobres. “Hay algo que no cierra”, sentenció.

Qué dijeron desde la UCA
Lo concreto es que mientras el Presidente prepara su viaje a España (se supone será después de la entrega de los atributos presidenciales al libertario Javier Milei), abrió un debate que, no sólo tuvo repercusión nacional, sino que desató malestar en propios y ajenos por lo cual desde el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), su titular, Agustín Salvia, debió salir a reconocer que "Tenemos el doble de trabajadores pobres que teníamos antes del momento en que asume Alberto Fernández; la inflación va golpeando las remuneraciones; la gente busca trabajar más para compensar la inflación, pero no alcanza. Hoy el 45% de la población vive en hogares que reciben programas sociales; cuatro de cada diez hogares reciben un programa social. Esto compensa el efecto inflacionario y recesivo, y hace que los niveles de pobreza no superen el 50%, pero si sacáramos los programas sociales la pobreza superaría el 50%", afirmó Salvia.
En este sentido, Salvia explicó que el nivel de pobreza "está contenido" por un sistema que transfiere ingresos a los hogares con el fin de "evitar un colapso social y político”.

No obstante, también aclaró que "Al mismo tiempo no impide que las clases medias vayan cayendo en la pobreza y deteriorando las condiciones de vida. Este 43% esconde un deterioro mucho mayor en las capacidades del desarrollo humano de la sociedad. No crecen los buenos empleos y no hay trabajo para los sectores no calificados, o los trabajos que hay son de muy baja remuneración".
Algo que desde la Casa Rosada o puntualmente desde el despacho del presidente Fernández no parecieran haber tenido en cuenta a la hora de hacer declaraciones tan sensibles para el momento que atraviesa el país es que, por si nadie le informó al primer mandatario nacional, estamos en Argentina y no en Alemania. Y aunque pronto estará cerca del país teutón, que no sorprenda a nadie que se haga una escapada para ver si, como dijo algún funcionario de su gobierno, pero en otras épocas, los alemanes tienen menos pobres que nosotros.