La UNSAM creó un dispositivo de bajo costo para medir la calidad del agua

Desde hace dos años, y a partir de una necesidad del Laboratorio de Química de la Escuela Secundaria Técnica (EST), el Laboratorio de Fabricación Digital (FabLab) de la Escuela de Hábitat y Sostenibilidad (EHyS) viene desarrollando un equipo de bajo costo que mide la calidad del agua y sus niveles de contaminación. El dispositivo permite concientizar a la comunidad sobre las condiciones ambientales y convierte a sus operarixs en auténticos auditores ambientales.

Roberto Busnelli, director del FabLab, Fabián Leguizamón, coordinador del Laboratorio, y Matías Aguirre, estudiante de Ingeniería Electrónica, conversaron con el Área de Sustentabilidad y Ambiente de la Secretaría de Extensión y Vinculación sobre el Lambee-01, que se proyecta como una potente herramienta para el cuidado del medioambiente en todo San Martín.

¿Qué motivó al FabLab para iniciar el proyecto? 

Hace dos años, Leonardo Piccinini, docente de Química de la Escuela, nos acercó la problemática de la falta de este tipo de equipamiento en su laboratorio. La medición del agua habitualmente requiere equipos muy caros, que no se producen en el país, y entonces nos propusimos dar respuesta con nuestra metodología de trabajo. Apostamos a desarrollar un equipo que respondiera a las necesidades técnicas de la práctica, pero que pudiera ser resuelto íntegramente con nuestras capacidades. 

¿Cómo funciona el Lambee-01 y qué parámetros puede medir?

Utilizando un método de medición alternativo a los tradicionales espectrofotómetros comerciales logramos, con pocos componentes, realizar mediciones espectrométricas, tales como absorbancia y transmitancia, en cinco longitudes de onda diferentes, y medir de forma no invasiva la concentración de dicromato de potasio, sulfato de cobre y colorimetría RGB. 

¿En qué etapa se encuentra el dispositivo en términos de pruebas y validación? 

El proyecto se encuentra en su segundo año de desarrollo. Ahora estamos trabajando en su versión 2.0, optimizando cuestiones de diseño para hacerlo aún más versátil en términos de programación e implementación en los trabajos de campo. 

¿Qué otras instituciones colaboraron para su desarrollo? 

El proyecto, además de ser elaborado en conjunto con la Escuela Técnica, contó con la consulta de diversos investigadores de la UNSAM, y muchos ensayos también fueron ejecutados en otros laboratorios. Algunas muestras que utilizamos para contrastar y calibrar el equipo fueron realizadas en el Laboratorio de Química de la Escuela de Ciencia y Tecnología (ECyT) y en el Laboratorio de Biomateriales, Biomecánica y Bioinstrumentación (Lab3Bio), por ejemplo. También estamos en diálogo con la Secretaría de Producción y Educación de la Municipalidad de San Martín (MSM) para desarrollar juntos un programa que posibilite la fabricación de una primera línea de dispositivos con las escuelas secundarias técnicas del municipio y el apoyo de pymes locales. 

¿Cómo puede contribuir el Lambee-01 a la mejora del medioambiente y la salud pública? 

El Lambee-01 puede contribuir con la comprensión de las condiciones medioambientales a partir de su incorporación en prácticas educativas en escuelas secundarias y en prácticas comunitarias que requieran mediciones en campo. Es un dispositivo potente para formar y capacitar a los miembros de la comunidad local como futuros auditores ambientales.

Además, es un proyecto que, más allá de la concientización sobre el medio ambiente y la calidad del agua, enriquece la práctica educativa desde el hacer: desde su fabricación hasta su utilización, el equipo promueve una experiencia de formación a partir de prácticas que fomentan perfiles “hacedores” y la posibilidad de hablar de soberanía tecnológica.