UNIVERSIDADES PúBLICAS | 24 OCT 2023

UNIVERSIDAD NACIONAL DE CUYO

Se cumplen cuatro años de la paridad piso en la UNCUYO

Desde 2019, tras la reforma del Estatuto Universitario, la Universidad garantiza la paridad de género en los ámbitos de representación política.



Cada año, desde 2019, la Universidad Nacional de Cuyo conmemora un nuevo aniversario de un hito en la universidad pública argentina: el garantizar la paridad piso en los espacios de representación política.

Para el 23 de agosto de ese año, la Asamblea Universitaria —órgano máximo de gobierno— convocaba a 185 miembros de los diferentes claustros que, por el 88.40% de los votos, aprobaban la modificación del Estatuto Universitario que estableció la paridad de género en los cargos electivos colegiados.

Mientras que, con el 78,03% de los votos, quedaba aprobada la paridad en los binomios de gobiernos, permitiendo que las fórmulas que se postulen a ocupar los cargos de rector y rectora, vicerrector y vicerrectora; decanos y vicedecanas respeten el principio de paridad de género y estén integradas al menos por una mujer.

“El acontecimiento marcó un hito en la historia de la UNCUYO. Un ejemplo de avanzada y una fuerte señal a la sociedad de la relevancia de garantizar los derechos de las mujeres a participar en cargos políticos. El hecho de visibilizar las inequidades y proponer soluciones es el camino para lograr un cambio cultural hacia una sociedad más justa y equitativa”, dijo la rectora Esther Sanchez.

De esta manera, la casa de estudios de Mendoza es pionera en el sistema universitario nacional al incorporar la paridad de género piso para los cargos electivos de representación política de las unidades académicas y del Rectorado, y para los cargos de la Junta Electoral General y Junta Electoral Particular, de todas las secciones electorales respecto al modo de integración y composición.

Para Camila Pessino, responsable de la Dirección de Mujeres, Género y Diversidad, la paridad piso se vivió como una reforma realmente revolucionaria para quienes conforman la comunidad universitaria, ya que fue la primera universidad nacional y casa de estudios en la región que modificó su Estatuto, concretando una reforma que implica una “discriminación positiva, pero no que plantea un cupo, sino una paridad piso donde al menos el 50% de los cargos tienen que ser ocupados por mujeres y/o disidencias. Esto es nuevo en muchos sentidos, porque plantear las disidencias asimismo se transforma en una novedad y hablar de la diversidad e incluirla en responsabilidades de gestión, también es importante”.

“Que nuestra primera rectora electa de manera directa con la reforma estatutaria sea mujer tiene que ver con que se confíe también en la capacidad de decisión de las mujeres. Parece que este fuera un discurso muy retrotraído de otra época, pero son las discusiones que las mujeres nos seguimos dando. Por eso son importantes estas medidas para construir igualdad a la hora de asumir responsabilidades en la función pública o gestión. La UNCUYO hoy se evidencia como un faro para otras instituciones que pueden animarse y tener un antecedente bien concreto de cómo funciona este sistema”, expresó Pessino.

La paridad piso en el gabinete de la UNCUYO

El 71% de los puestos en las secretarías de la Universidad están ocupados por mujeres.

La equidad de género y la participación de las mujeres en puestos de toma de decisión en instituciones educativas son cuestiones fundamentales en la construcción de sociedades más justas e inclusivas. En este contexto, resulta crucial analizar y destacar la relevancia de la UNCUYO en la participación activa de las mujeres en estos espacios, considerando el dato significativo de que el 71% de los puestos en las secretarías de la Universidad están liderados por mujeres.

El hecho de que 5 de cada 7 puestos de estos espacios estén ocupados por mujeres refleja una progresiva transformación institucional hacia una mayor equidad de género. Esta representación, en roles de liderazgo, indica un compromiso con la igualdad y envía un mensaje claro de que la institución valora y promueve la participación activa de las mujeres en todos los niveles.

La introducción de la paridad en el sistema universitario argentino es esencial, dado que solo un 16% de autoridades máximas de las universidades son mujeres, en comparación con el 84% que son varones, representando 9 mujeres frente a 48 varones entre los 57 miembros del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN). Estas cifras subrayan de manera contundente las profundas desigualdades políticas existentes. En términos concretos, solo el 40% de los cargos que abarcan en todas las universidades públicas nacionales; desde rector/a, vice-rector/a, secretario/a de universidad, decano/a, vicedecano/a o secretario/a de facultad, son ocupados por mujeres. Es decir, la UNCUYO está ampliamente por encima del promedio a nivel nacional.

Esta casa de estudios asumió un rol vanguardista en el ámbito académico argentino al convertirse en la primera institución universitaria en implementar la paridad en los órganos colegiados y en los cargos de decanatos y rectorado. Además, se destaca como la única universidad donde la paridad se estableció como un estándar mínimo, subrayando la importancia de asegurar una equidad sustancial en todos los claustros.

A pesar de la visibilidad y la importancia que cobró el tema de la igualdad en la esfera pública, son muy escasas las universidades que adoptaron el principio de paridad como lo supo construir la UNCUYO. El actual gabinete de la Universidad, integrado por Fabiana Molina, a la cabeza de la secretaría AcadémicaJuan Pablo Cebrelli, en la secretaría de Bienestar UniversitarioMaría Celeste Parrino, a cargo de la secretaría de ExtensiónEstefanía Villaruel, quien lidera la secretaría GeneralCecilia Asensio, por la secretaría de Gestión Económica y de ServiciosMaría Teresa Damiani, de la secretaría de Investigación, Internacionales y Posgrado; y Roberto De Rossettisecretario de Transformación Digital, ejemplifican la relevancia directa de la presencia de mujeres en las decisiones de la UNCUYO.

Esta participación activa no solo aporta al abordaje de las brechas de género y la promoción de la igualdad, sino que también sienta bases sólidas para el afianzamiento de políticas y acciones inclusivas en la institución.

La actual gestión otorgó un significativo valor a las políticas de género en la casa de estudios a través de la creación de la Dirección de Mujeres, Género y Diversidad, espacio que pertenece a la secretaría de Bienestar. Su propósito central es fomentar una gestión responsable desde una perspectiva de género, promoviendo la colaboración entre las facultades a través de la Red Interna de Género y coordinando con las dependencias del Rectorado involucradas en estos asuntos.

Estas instancias reflejan la aspiración a una comunidad universitaria más inclusiva y equitativa, donde las voces y realidades diversas se tomen en cuenta y donde la educación pública, gratuita, laica y de calidad contribuya a forjar una igualdad de género tangible y perdurable. Con estas iniciativas, se vislumbra un futuro en el que la equidad no sea solo una meta, sino una realidad palpable en la UNCUYO.